TRANSGÉNICO ¿QUE SIGNIFICA?







Los transgénicos son organismos modificados mediante ingeniería genética. Este tipo de alimentos no son cultivados de manera natural (orgánica), sino que son producidos a partir de la alteración de su cadena de ADN para crear mutaciones que tienen unas características determinadas y preconcebidas.


La transgénesis fue recibida inicialmente con gran esperanza como la solución al problema de hambre en el mundo.

¿Es eso cierto cuando tiramos a la basura al año 1300 millones de toneladas de alimentos? ¿Verdaderamente nos convence esta explicación?

Hay algo en estos argumentos que hace aguas, no hace falta mucha investigación de fondo para percibirlo, y en cualquier caso no ha sido permitida tal investigación.

La solución a este problema es harina de otro cantar, el hambre en el mundo es una cuestión política y económica, no de producción, pero queda muy ostentoso decir que soluciona el hambre del mundo, cuando evidentemente no se está solucionando absolutamente nada, eso sí la gente queda satisfecha y pueden seguir comiendo a espuertas con la conciencia tranquila.

El debate sobre si las semillas transgénicas suponen un peligro para la salud o no, ha conllevado mucha polémica, lo cierto es que los estudios realizados no parecen concluyentes o no interesa que lo parezcan ¿Por qué no se ha permitido que lo sean? Parece que poco a poco va revelándose el verdadero motivo de esta ausencia de estudios sobre los efectos a largo plazo de una dieta con OMG. Las corporaciones que están detrás de la agroindustria prohíben la investigación independiente. La verdad silenciada como en tantas y tantas otras cuestiones relacionadas con nuestra soberanía y nuestra salud.

Los pocos estudios efectuados que existen o circulan casi en clandestinidad sobre los transgénicos, se relacionan con: problemas digestivos, alergias, intolerancias alimentarias, procesos neurodegenerativos, depresión, resistencia a antibióticos, enfermedades graves de hígado, riñones y páncreas, cáncer o problemas de fertilidad.

Enfermedades muy lucrativas de esto no cabe la menor duda.

Lo alarmante de estos resultados es que, los científicos que buscan investigar estos hechos, tengan que pedir permiso a las corporaciones que producen los alimentos genéticamente modificados para publicarlos.

Tenemos que saber, para comprender todo el trasfondo, el hecho de que la creación y venta de semillas transgénicas está en manos de la industria farmacológica.

La compañía farmacéutica y química alemana Bayer

se fusionó con el gigante agrícola estadounidense

Monsanto, de esta unión surgió una nueva entidad,

y así con este lavado de cara, dejan atrás un nombre

Marcado por la polémica y el horror "Monsanto"


Parece que el público pronto olvidará quién es

responsable de la contaminación de toda nuestra

cadena alimentaria y la epidemia de enfermedades

autoinmunes que está enfermando a las personas,

a tasas nunca vistas.


Monsanto ya no existe, pero su legado seguirá muy vivo.


Ahora, los medicamentos de Bayer se pueden recetar para las dolencias que causan los productos de Monsanto: manteniendo un ciclo de interés criminal.

No hay mucha información a mano, pero sí la suficiente para tirar del hilo y encajar piezas. Estas dos compañías han cometido crímenes que deberían ser juzgados, el que busca encuentra y esta información aunque si bien es escasa, todavía hoy se puede encontrar, como por ejemplo que Monsanto fue uno de los principales suministradores de los 76 millones de litros de herbicida con que se roció Vietnam desde 1961 a 1972. Algunas estimaciones elevan a 500.000 la cifra de niños nacidos en Vietnam desde los 60 con deformidades relacionadas con las dioxinas, las fotos son tan desconocidas como espeluznantes. O como Bayer creó y entregó al ejército alemán diversos gases mortíferos que fueron utilizados como armas matando a decenas de miles de personas. O la cantidad incalculable de muertes que tiene a sus espaldas, por otros muchos motivos, muertes que han requerido de indemnizaciones y acuerdos extrajudiciales multimillonarios.

Los estudios sobre todo este entramado son necesarios, su difusión es necesaria, Si el público estuviera al tanto de lo que hay detrás de la industria alimentaria y farmacéutica y supieran las consecuencias todavía más dañinas que supone esta fusión, tomarían las medidas necesarias para informarse acerca de dónde provienen los alimentos que consumen y actuar en consecuencia.

Las semillas transgénicas son estériles, si le preguntáramos a la mayoría de la población si saben este hecho, te dirían que no. En otras palabras, si cultivas semillas transgénicas en tu huerto, de nada servirá recolectar las semillas que produzcan tus plantas, ya que no serán capaces de dar vida a nuevas generaciones, ¿curioso no?

La historia real pasa inadvertida mientras la gente desde su butaca comenta la última jugada del futbolista de turno o el último grito en cuanto a moda se refiere.

Los transgénicos provocan una dependencia absoluta respecto a las grandes corporaciones semilleras mundiales, y arrasan con la soberanía alimentaria de los pueblos.

Existen alternativas para producir y alimentarse sanamente, que no implican riesgos, mantienen las fuentes de sustento, cuidan la biodiversidad, afirman la soberanía alimentaria y los derechos de los campesinos. Los transgénicos solamente crean riqueza para unas pocas transnacionales, amenazando la salud de todos.

En nuestras manos está.


"El problema de la agricultura actual, es que no es un sistema orientado a la producción de comida, sino a la producción de dinero"

Bill Mollison



Cristina Battistelli López De Ayala



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